En octubre, la liturgia nos invita a contemplar la vida como camino de santidad. La memoria de Santa Teresa de los Andes y la Peregrinación Juvenil a su Santuario nos recuerdan que los jóvenes son herederos y constructoresde una fe viva.
Al mismo tiempo, celebramos el Mes del Adulto Mayor, reconociendo en ellos la memoria agradecida y la sabiduría que sostiene a nuestras comunidades.
La Eucaristía y la oración del Rosario, tan propias de este tiempo, se vuelven escuela de comunión: en torno al altar y en cada comunidad experimentamos el abrazo de Dios que une generaciones y realidades distintas.
Así, nuestras celebraciones no son actos aislados, sino pasos de un mismo pueblo en camino, que ora, sirve y se renueva.
Que en este mes, nuestra Zona Centro viva la liturgia como fuente de alegría y misión, y que adultos mayores y jóvenes se reconozcan mutuamente como don del Espíritu para la Iglesia.
“Generación tras generación anuncia tus obras y proclama tus proezas” (Sal 145,4).
Padre Elías Hidalgo Decano Centro-Sur, Zona Centro